LOMCE. Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa
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das relacionadas con la simplificación del currículo y el refuerzo de los conocimientos
instrumentales, la flexibilización de las trayectorias de forma que los estudiantes puedan
elegir las más adecuadas a sus capacidades y aspiraciones, el desarrollo de sistemas de
evaluación externa censales y consistentes en el tiempo, el incremento de la transparencia
de los resultados, la promoción de una mayor autonomía y especialización en los centros
docentes, la exigencia a estudiantes, profesores y centros de la rendición de cuentas, y el
incentivo del esfuerzo.
Esta reforma del sistema educativo pretende ser gradualista y prudente, basada en el sen-
tido común y sostenible en el tiempo, pues su éxito se medirá en función de la mejora
objetiva de los resultados de los alumnos y alumnas. Esta Ley Orgánica es el resultado de
un diálogo abierto y sincero, que busca el consenso, enriquecido con las aportaciones de
toda la comunidad educativa.
VI
La reforma promovida por la LOMCE se apoya en evidencias y recoge las mejores prácticas
comparadas. Los principales objetivos que persigue la reforma son reducir la tasa de aban-
dono temprano de la educación, mejorar los resultados educativos de acuerdo con criterios
internacionales, tanto en la tasa comparativa de alumnos y alumnas excelentes, como en la
de titulados en Educación Secundaria Obligatoria, mejorar la empleabilidad, y estimular el
espíritu emprendedor de los estudiantes. Los principios sobre los cuales pivota la reforma
son, fundamentalmente, el aumento de la autonomía de centros, el refuerzo de la capacidad
de gestión de la dirección de los centros, las evaluaciones externas de fin de etapa, la racio-
nalización de la oferta educativa y la flexibilización de las trayectorias.
VII
El aumento de la autonomía de los centros es una recomendación reiterada de la OCDE
para mejorar los resultados de los mismos, necesariamente unida a la exigencia de una
mayor transparencia en la rendición de cuentas. Pese a la reiteración formal de la LOE
sobre la importancia de la autonomía, las encuestas internacionales siguen marcando este
factor como un déficit de nuestro sistema. Es necesario que cada centro tenga la capacidad
de identificar cuáles son sus fortalezas y las necesidades de su entorno, para así poder to-
mar decisiones sobre cómo mejorar su oferta educativa y metodológica en ese ámbito, en
relación directa, cuando corresponda por su naturaleza, con la estrategia de la administra-
ción educativa. Esta responsabilidad llevará aparejada la exigencia de demostrar que los
recursos públicos se han utilizado de forma eficiente y que han conducido a una mejora
real de los resultados. La autonomía de los centros es una puerta abierta a la atención a
la diversidad de los alumnos y alumnas, que mantiene la cohesión y unidad del sistema