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LOMCE. Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa
un curso fundamentalmente propedéutico y con dos trayectorias bien diferenciadas. Esta
diversificación permitirá que el estudiante reciba una atención personalizada para que se
oriente hacia la vía educativa que mejor se adapte a sus necesidades y aspiraciones, lo que
debe favorecer su progresión en el sistema educativo.
Es un tema recurrente de la reforma eliminar las barreras para favorecer la realización,
como mínimo, de las etapas superiores de secundaria, una exigencia cada vez más eviden-
te en la sociedad en la que vivimos, para lo que se han planteado nuevos itinerarios y se
ha dotado de mayor permeabilidad a los existentes. La permeabilidad del sistema, tanto
vertical como horizontal, es una de las mayores preocupaciones de la Unión Europea. Así,
la Ley abre pasarelas entre todas las trayectorias formativas y dentro de ellas, de manera
que ninguna decisión de ningún alumno o alumna sea irreversible. Cualquier alumno o
alumna puede transitar a lo largo de su proceso de formación de unos ámbitos a otros de
acuerdo con su vocación, esfuerzo y expectativas vitales, enlazando con las necesidades
de una formación a lo largo de la vida.
Junto a estos principios es necesario destacar tres ámbitos sobre los que la LOMCE hace
especial incidencia con vistas a la transformación del sistema educativo: las Tecnologías
de la Información y la Comunicación, el fomento del plurilingüismo, y la modernización
de la Formación Profesional.
XI
La tecnología ha conformado históricamente la educación y la sigue conformando. El
aprendizaje personalizado y su universalización como grandes retos de la transformación
educativa, así como la satisfacción de los aprendizajes en competencias no cognitivas, la
adquisición de actitudes y el aprender haciendo, demandan el uso intensivo de las tec-
nologías. Conectar con los hábitos y experiencias de las nuevas generaciones exige una
revisión en profundidad de la noción de aula y de espacio educativo, solo posible desde
una lectura amplia de la función educativa de las nuevas tecnologías.
La incorporación generalizada al sistema educativo de las Tecnologías de la Información
y la Comunicación (TIC), que tendrán en cuenta los principios de diseño para todas las
personas y accesibilidad universal, permitirá personalizar la educación y adaptarla a las
necesidades y al ritmo de cada alumno o alumna. Por una parte, servirá para el refuerzo y
apoyo en los casos de bajo rendimiento y, por otra, permitirá expandir sin limitaciones los
conocimientos transmitidos en el aula. Los alumnos y alumnas con motivación podrán así
acceder, de acuerdo con su capacidad, a los recursos educativos que ofrecen ya muchas
instituciones en los planos nacional e internacional. Las Tecnologías de la Información
y la Comunicación serán una pieza fundamental para producir el cambio metodológico
que lleve a conseguir el objetivo de mejora de la calidad educativa. Asimismo, el uso